Primero zapatero, Montano barber boy, finalmente barber en La Plata. Estoy hablando de Guglielmo Tambasco, quien en 1954 se unió a su padre, junto con su madre y otro hermano, a la edad de 16 años, en Argentina. Deja de aprender a hacer el “scarparo” porque incurre en un accidente: graba su mano con una apreciación del oficio. Guglielmo todavía tiene dos opciones por delante porque un tío es sastre y el otro es barbero. Elige el segundo y no se equivoca porque es la actividad que le dará la vida para toda su existencia. Guglielmo señala, de inmediato, que pocos son los que regresan a Italia para visitar el país en poco tiempo. Por el contrario, aquellos que emigraron a Australia después de solo unos años regresan con cierta viabilidad económica. Pero esto no le impide ir a donde es más fácil llegar a Argentina. En ese momento Perón gobierna en Argentina, lo que fomenta la llegada de migrantes italianos y españoles con el pago del viaje a las familias de quienes ya viven en Argentina para alentar la reunificación. Perón también otorga una “reserva”, una ruta de escape, a aquellos que desean regresar dentro de un año. De hecho, el padre de Guglielmo a menudo piensa en regresar a Montano, pero al final permanece en América del Sur porque ahora la familia se ha establecido y se ha propuesto un cierto bienestar. En Montano Antilia, el padre de Gugleilmo vivió gracias al hecho de que con el “remolque” realizó transportes para terceros para Vallo della Lucania y, a veces, hasta Salerno. Con el advenimiento de la motorización masiva, falta trabajo y planea emigrar a América del Norte, pero para ir a los Estados Unidos las entradas se han vuelto difíciles. Es por eso que se decidió para Argentina que, en ese momento, te recibe con los brazos abiertos.
El padre encuentra trabajo en La Plata como asistente de albañil donde ya residen su hermano y su cuñado. Guglielmo, por otro lado, comienza a trabajar en una barbería como empleado y solo después de 16 años comienza su propio negocio. Actualmente, todavía practica su profesión mientras está retirado. Se casa con María, también de origen italiano, y tienen 3 hijos, dos mujeres y un niño. La más joven es una diseñadora de moda que vive en Nueva York (realiza el sueño de su abuelo). El más grande es un dentista y el segundo tiene una agencia de viajes. La esposa de Guglielmo, María, procedente de Puglia, llega antes que él a La Plata. Trabaja en casa con su madre que tiene una máquina de tejer. Se conocen gracias a las visitas de las dos familias y deciden casarse y darse un futuro en común.
¡Guglielmo, a la edad de 79 años, todavía mantiene abierta su barbería! María cuida a sus nietos…
María y Guglielmo regresan a Italia dos veces, la primera en 1996 y la segunda en 2014. Hacen, como tantos otros, la gira por Italia y también por Europa. Una historia completa, la de Guglielmo y María, que hoy miran el mundo desde una perspectiva diferente a la que enfrentaron sus padres cuando tuvieron que elegir entre apostar por irse o el riesgo de quedarse…